Redacción cristalycolores
El ex alcalde del Distrito Nacional, Roberto Salcedo, habría quedado profundamente dolido con personas en las que confiaba, cercanas, y que, al parecer, sintió que lo que recibió de ellas en el pasado proceso electoral fue una traición que lo ha marcado para toda su vida.
Esto, si el mensaje que le atribuyen y que circula por diferentes medios, especialmente en redes sociales, realmente es de él.
Es probable que en el grupo de traidores Roberto incluya a compañeros del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), organización por la que llegó a la alcaldía y por la que se mantuvo en ella por espacio de 14 años en tres períodos consecutivos (dos de 4 y uno de 6), que implicaron dos reelecciones.
Pero también es muy probable que incluya a gente que nada tiene que ver con el PLD, pero que sí están vinculados a medios de comunicación, como, por ejemplo, comunicadores de los que esperaba «solidaridad», y que, a fin de cuentas, lo que recibió de ellos fueron «puñaladas traperas».
Roberto se quedó en el intento de una tercerra reelección para prolongar su mandato como alcalde hasta los 18 años, y, a partir de ahí, dependiendo «las circunstancias», decidía si se extendía en el tiempo o si se retiraba, quizás dejando como relevo a su hijo Robertico.
El caso es que perdió de de David Collado (El Emprendedor), que fue el candidato del Partido Revolucionario Moderno (PRM), pero que apareció como tal en la boleta del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), o sea, que fue apoyado por esos dos partidos, además del respaldo económico, aparentemente incondicional, que le endosó un serctor del Grupo Vicini, que ahora se identifica como Inicia.
Esa derrota dolió a Roberto como duele toda derrota a quien compite en el campo que sea, pero le dolió mucho más porque se sintió traicionado por amigos. Se sintió apuñalado por gente en la que confió y a la hora de la verdad, al parecer le dieron la espalda.
Eso es lo que explicaría el que aparezcan en redes sociales mensajes que le atribuyen manifestando su desagrado y frustración por la experiencia vivida en las elecciones del pasado 15 de mayo con quienes fingían ser amigos cuando en realidad no lo eran.
Como, por ejemplo, el que circula por estos días que indica que «Nunca un enemigo será más peligroso que un amigo fingiendo serlo».
Recordemos que Roberto, más que político, es actor. Sabe de eso.
¿Quién sería ese amigo que fingió ser tal y asestó una estocada tan profunda y dolorosa al ex alcalde, superando con su acción al más peligroso enemigo? ¿Quién o quiénes…?
Solo él sabría decir quién o quienes son.
