Testimonio de otra comunicadora que se siente victima del acoso de los «limpiavidrios» en esquinas de la capital RD
María Cristina Rodríguez, periodista, presentadora de noticias de RNN canal 27, se siente acosada por los «limpiavidrios» que operan en esquinas con semáforos y presionan de manera compulsiva para ofrecer su servicio. La comunicadora ha pasado por experiencias muy desagradables en ese sentido y al enterarse de que otra persona vinculada a los medios ha sido afectada por la misma situación, escribió el siguiente testimonio en su cuenta de Facebook…
Desde hace años vengo denunciando al acoso y violencia al que estamos siendo sometidos los ciudadanos en las calles, en especial las mujeres, por los señores «limpiavidrios». Hace unos dos años uno de ellos rompió el parabrisas de mi carro en la Avenida Churchill esquina 27 de Febrero porque no accedí a que lavara mi cristal, que por demás estaba limpio. En esa ocasión el limpiavidrios no sólo se conformó con romper mi parabrisas si no que golpeó mi cristal y voceó cuantos adefesios le llegaron a la cabeza. Otros de los tantos días en mis experiencias desagradables con estos intocables señores, otros de ellos, en esta ocasión en la avenida Luperón, se asomó por mi cristal el cual lamió mientras hacia movimientos sexuales con su lengua, todo esto en presencia de mi niña de 10 años. Han sido muchas las experiencias desagradables y amenazantes que he tenido con los limpiavidrios. Hoy me despierto con la información de que el cristal trasero de la yipeta de la actriz venezolana Beba Rojas fue destruido por un «limpiavidrios» tras ella no acceder a que él le lavara su cristal. ¿Me pregunto hasta cuándo seguiremos con esta situación en nuestras avenidas ante la mirada indiferente de quienes deben actuar?. Recordemos el episodio del hombre que mató de un tiro a un limpiavidrios, una tragedia que pudo evitarse. Hacen unos cinco días escribí de las amenazas de los limpiavidrios haciéndome eco del editorial del Diario Libre. Nos es justo que además del caos que generan en nuestras calles los dueños del país (chóferes de carros y guaguas públicas), vendedores ambulantes desde perritos hasta cuantas cosas podamos imaginar, pedigueños y haitianas con niños en brazos que se ha confirmado que es un negocio, también tengamos que soportar la humillación y el costo de que nos destruyan el vehículo. Esto ya es terrorismo.
