Aumentos del precio de la gasolina y el manido cuento de que «Cuando sube, sube; y cuando baja, baja»

Aumentos del precio de la gasolina y el manido cuento de que «Cuando sube, sube; y cuando baja, baja»

 

 

Por José Francisco Arias

 

 

Hace varios años, desde el Gobierno se desarrolló una intensa campaña mediática para justificar aumentos o bajas en el precio de los combustibles cuyo slogan era «Cuando sube, sube; y cuando baja, baja», dependiendo de cómo se comportara el precio del petróleo en el mercado internacional.

 

Para entonces las autoridades oficiales dijeron que aplicaban ese mecanismo para establecer cada semana el valor de la gasolina y otros derivados del oro negro acogiéndose a la Ley 112-00 de Hidrocarburos.

 

La campaña en ese sentido fue intensa y el «cuando sube, sube; y cuando baja, baja» se hizo voz del pueblo, aunque a partir de su surgimiento y por todos estos años una debamos concluir en que no ha existido ni existe coherencia entre el mensaje publicitario la realidad.

 

Ocurre con las leyes regularmente en nuestro país: hay las que si el Gobierno las puede cumplir, las cumple; si no, no las cumple; y, si las cumple, no necesariametne lo hace al pie de la letra. Es la fragilidad institucional, la medular debilidad institucional que prevalece en el país. Es por ello que se afirma que muchas de nuestras leyes son especie de «letra muerta». Y si el Gobierno en su momento determinó que acogiéndose a la Ley de Hidrocarburos subía o bajaba el precio de la gasolina en el país en función del valor del petróleo en el exterior (esté consignado o no en esa ley), pues, en ese sentido, por todos estos años hemos cargado con una muy pesada «letra muerta».

 

La gasolina, el gasoil, el GLP y otros carburantes, subirán o bajarán de precio, no en función de como suba o baje el crudo en el mercado internacional; bajarán o subirán dependiendo de cómo le esté yendo al Gobierno en términos económicos y sociopoliticos; dependiendo de las circunstancias favorables o desfavorables que se les puedan presentar.

 

El viernes antepasado se anuncio el aumento de 5 pesos en el galon de la gasolina, de «un jalón», y el pasado se aumentaron 7 de otro «jalón». O sea, que en dos viernes aumentaron 12 pesos… (Se sienteee…!!).

 

No es que no se tome en cuenta el vaivén del precio del petróleo, es que siempre tendrá más peso, para aumentar o disminuir el precio del galón de gasolina y otros derivados en el mercado dominicano, la situación que esté viviendo el Gobierno en el momento.

 

Es probable que el petróleo se dispare y que el Gobierno entienda que aumentar los combustibles en la proporición que amerita es muy fuerte para la población, y decida incrementar el precio, pero no en el valor real correspondiente al momento.

 

Es probable que respondiendo al incremento del petróleo en el mercado internacional las autoridades deban aplicar aumento en el comercio nacional, pero siente que la ciudadanía está en extremo sensible con la situación, y prefieran dejar el aumento para más adelante, y frizan los precios.

 

Es probable que existan condiciones para que la población se encuentre realmente indignada por iniciativas desagradables de las autoridades y que el oro negro haya subido su valor, y para el Gobierno no cargarle otro elemento de desagrado, contrario a aumentar, baje el precio del galón de la gasolina, generando sorpresa.

 

Es probable que el país se encuentre en un momento de estabilidad tal, que, aunque el oro negro este en baja, el Gobierno aumente los combustibles porque «la gente esta tranquila», con el fin de sobrellevar alguna situacion económica que requiera de mayor atención de parte de las autoridades.

 

Y es muy probable qu en medio de un proceso de campaña electoral, con las votaciones a pocos días (más si hay un proyecto de reelección montado), el Gobierno, para favorecer a su candidato, aunque aumente el petróleo en los mercados externos, disponga una reabaja de hasta 10 pesos en el galón de la gasolina, si a fin de cuentas lo considera conveniente para su causa.

 

Así es como se ha maneajado siempre el «Cuando sube, sube; y cuando baja, baja», independientemente de cuanto suba o baje y de que la suba o la baja se aplique aquí tomando como referencia el precio internacional del petróleo de la semana anterior.

 

Una total manipulación por parte de nuestros gobiernos para rejugar, manejar situaciones y sacar provecho en medio de circunstancias socio-políticas.

Categories: Opinión
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